CUEVAS DE HIELO

Fotografía: José Leunda

Las cuevas heladas del Pirineo son cavidades singulares, inéditas desde el punto de vista científico, que contienen acumulaciones de hielo fósil heredado de las condiciones climáticas de los últimos milenios, en riesgo inminente de desaparición como consecuencia del calentamiento climático actual.

Las cuevas heladas del Pirineo

La investigación se centra en las cuevas heladas y de sus secuencias de hielo fósil como registro de las variaciones ambientales del pasado y como medio de seguimiento del impacto del Cambio Global en la alta montaña del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Siempre que el hielo pueda ser datado (a partir de 14C en restos vegetales externos o de calcita criogénica precipitada en el interior del cuerpo de hielo por medio de Uranio-Torio), se puede reconstruir la variabilidad climática de los últimos cientos o miles de años. Así, se puede evaluar la respuesta del cuerpo de hielo a los cambios ambientales pasados, establecer su estado de conservación actual y, conocer el impacto que está teniendo el Calentamiento Global en su preservación y dinámica actual.

Gruta helada de Casteret. Fotografía: Ana Moreno

Faja de los Sarrios, en el Macizo de Monte Perdido, en la que se localizan las entradas de diferentes cuevas heladas.

Fotografía: David Serrano

Fotografía: David Serrano

Existen cuevas heladas prácticamente en todos los macizos calizos karstificados del sector central pirenaico a partir de los 2500 m de altura, inéditas desde el punto de vista científico.

La mayor parte de ellas albergan en su interior hielo de congelación, pero también las hay que contienen hielo de transformación de nieve. En ambos casos, se trata de hielo fósil acumulado durante los últimos milenios y siglos. Contiene indicadores paleobotánicos e isotópicos que aportan valiosa información de las condiciones ambientales y climáticas del pasado, de alto interés en el estudio del clima futuro. En la actualidad, el volumen de estas masas de hielo está sufriendo un retroceso acelerado por el calentamiento global, de manera que en pocas décadas habrán desaparecido. Ante estas perspectivas, las cuevas heladas requieren una atención investigadora urgente.

Comparativa de niveles de hielo en la Gruta Helada de Casteret (PNOMP)

Fotografías: Miguel Bartolomé